Para obtener el máximo rendimiento, debes: · Apoyar el tratamiento con cuidados en casa.
· Ser constante en las sesiones y no interrumpirlas antes de tiempo.
· Asegurarte la continuación de los resultados con sesiones de mantenimiento regulares.
· Evitar los hábitos que causaron el problema en primer lugar.
· Ser realista en tus expectativas. La estética ayuda, y mucho, pero no hace milagros.
¿Primeriza en el centro de estética? La primera vez que se acude a un instituto de belleza tal vez sientes cierto pudor. Vamos a darte una serie de consejos para que intentes sacarle el máximo provecho a tu cita.
-No dudes en comentar que nunca has visitado antes una esteticista y pregunta qué debes hacer y cuáles son los pasos que debes seguir.
-En los institutos ponen braguitas desechables a disposición de quien prefiera ir cubierta. Si te molesta estar completamente desnuda, coméntaselo a la esteticista. Por ejemplo, durante los masajes corporales se cubre a la cliente con una toalla, destapando sólo la zona que se está tratando.
-Conviene que lleves ropa cómoda, con la que te sea fácil vestirte y desnudarte.
-Algunos tratamientos, como los de sudación, pueden tener 'daños colaterales' en maquillaje y peinado. No dudes en llevar algo con lo que retocarte.
-Consulta por adelantado sobre la disponibilidad de duchas, necesarias en algunos tratamientos.
No todos somos iguales
Una buena esteticista no se limita a hacerte cualquier tratamiento, sino que estudia tu caso atentamente y te propone unas pautas, no antes de conocer tus hábitos alimenticios, de vida, morfología… Desconfía de quien se limita a recomendar lo más caro, independientemente de tus necesidades.
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