La promoción y protección de los derechos humanos ha sido
una de las mayores preocupaciones para las Naciones Unidas desde 1945, fecha en
la cual los países fundadores de la Organización, acordaron impedir que los
horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan.

Basándose en principios de libertad e igualdad, la
Declaración universal de Derechos Humanos hace especial énfasis en la necesidad
de desarrollar un orden de justicia en el ámbito internacional que garantice la
plena vigencia de los derechos contemplados en ella.
Desde aquella fecha hasta ahora, la situación mundial ha
desmejorado para una gran cantidad de personas, porque en muchas circunstancias
los Estados del mundo violan los principios contenidos en ella. Sin embargo,
ello no le hace perder vigencia. Por el contrario, constituye una concepción
común de los derechos de los que gozamos los seres humanos sin distinción de
sexo, raza, cultura, religión, opinión política ni por ninguna otra razón.
La
Declaración Universal de Derechos Humanos se amplía con otros tratados básicos
de derechos humanos; juntos conforman la Carta de Derechos Humanos.
La Carta de Derechos Humanos contiene:
La Carta de Derechos Humanos contiene:
·
El Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de
muerte.
"Cuanto más conozcan los pueblos sus
propios derechos y respeten los derechos de los demás, mayor probabilidad habrá
de que vivan juntos en paz. Sólo si instruimos a la gente acerca de los
derechos humanos podremos aspirar a evitar la violación de esos derechos y, con
ello, aspirar también a evitar los conflictos".
Estas acciones, sin duda, han dado lugar a un mayor debate
público y político sobre el concepto de derechos de los animales, porque no
podemos hablar de paz y no violencia mientras todavía mueren millones de
animales en campos de concentración, los mataderos, barcos pesqueros,
laboratorios de experimentación animal e industrias peleteras.

Respeto a los animales, implica dejar de utilizarlos para
alimentarnos, vestirnos con su piel o pelo, entretenernos a costa de su
sufrimiento y privaciones, es dejar de torturarlos en laboratorios y es dejar
de tratarlos como esclavos ya que ellos merecen no ser nuestras propiedades.
Es por eso que en el Día Internacional por los Derechos
Animales pedimos que ellos sean respetados siempre, todos y cada uno de ellos,
porque "los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo"
no serán verdaderos mientras sigan habiendo víctimas, y todavía mas invisibles
como lo son las víctimas del especismo.
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